Óscar de Julián
Óscar de Julián

Ha trabajado principalmente como guionista, y lleva escribiendo cortometrajes desde 1994: Ana y los Davis, Lourdes de segunda mano, Ruth está bien… y en el 2010, Skye, de Mariela Artiles, del que también ha sido co-productor.

También ha escrito sus largos, siempre co-escritos y dirigidos por Chema de la Peña: Shacky Carmine (1999), producido por Fernando Colomo, y los documentales De Salamanca a ninguna parte (2002), nominado al Goya 2002 al Mejor Largometraje Documental, y Un cine como tú en un país como este (2010), estrenado en la Seminci. En este momento prepara con De la Peña un nuevo documental, Fotogramas Insolentes.

A lo largo de todo este tiempo ha diversificado su actividad audiovisual: script, dirección de casting (Sud Express o Amateurs), lectura de guiones, docencia cinematográfica…

… y director de dos cortometrajes documentales: Joe K y Doppelgänger, que han sido su mayor satisfacción. Entre otras distinciones, ambos fueron nominados al Goya.

Desde 2005 es Director de Almería en Corto, el Festival Internacional de Cortometrajes de Almería.

De Julián, Óscar

Su cortometraje documental Doppelgänger obtuvo una nominación a los premios Goya 2010
Su cortometraje documental Doppelgänger obtuvo una
nominación a los premios Goya 2010

Conocí a Oscar de Julián durante una edición de Alcine, y allí me contó la historia de su corto Doppelgänger. Me pareció que estaba completamente loco, pero también lleno de entusiasmo. Hace falta tener ese espíritu para buscar a la otra persona que hay en el mundo que se llama Oscar de Julián, y contarlo como si fuera tu otro yo… Pensé que era una idea muy complicada, pero cuando vi su corto descubrí que, a base de humor, inquietud y cierta ternura, Oscar había salido airoso. Él concibe el hecho de hacer cine como una aventura luminosa y provocativa (¡un documental sobre sí mismo!). Y ocurrió lo que tenía que ocurrir. Nadie se creyó que era un documental.

Lo mismo le había pasado en su primer corto, Joe K. La historia de un hombre que, a los 45 años, descubría que tenía siete hermanos diseminados por el mundo. Todos hijos del mismo padre viajero y polígamo. Una historia tan cierta que parecía imposible. Cuando proyecté Joe K en Manchester, una compañera me dijo que le parecía un falso documental estupendo. Le expliqué que todo era real, y exclamó patidifusa: “¡Oscar ha inventado un nuevo género!”.

No puedo extrañarme. Los cortos de Oscar tienen un ingenio y un arrojo indiscutibles, el cine copa su vida, y sencillamente adora todo este mundillo…, pero en el fondo nunca se lo tomará totalmente en serio. Para él la vida no tiene nada de serio. Es todo una gigantesca, terrible y maravillosa broma. Y le encanta que así sea.

Mariela Artiles
Directora de cortos y coordinadora de Candella UK, distribuidora británica de cortometrajes

1. Lo que más me gusta del mundo del cortometraje es… Sencillamente, puedo hacer lo que me dé la gana. Creo que es el momento de bregarse haciendo cortos, buscando un estilo, contando lo que nos dé la gana y como nos dé la gana.

2. Lo que menos me gusta del mundo del cortometraje es… la sensación de que, para muchos, el corto es una tarjeta de visita, que no es una obra autónoma.

3. Gracias al cortometraje yo… he experimentado el cine no ya como profesión, sino como aventura vital.

4. Recuerdo que en mi primer cortometraje… En Joe K, los elementos siempre estuvieron de nuestra parte: sólo llovía cuando no rodábamos. Con sucesos así, es imposible no creer que existe la magia en los rodajes.

5. Necesito mejorar… fundamentalmente en la parte de cámara y fotografía.

6. Internet. Para la distribución de cortos, el futuro inmediato. Antes, un corto podía verse en Tarazona, Huelva, Navalmoral? Ahora, gracias a la red, un corto puede verse en todo el mundo.

7. Un cortometraje que me marcó fue… El otro sueño americano, del mexicano Enrique Arroyo. Se trata de la reconstrucción de un episodio de brutalidad con una mujer de Ciudad Juárez.

8. Mi próximo proyecto es… Acabo de escribir y, por primera vez, coproducir otro cortometraje: Skye, de Mariela Artiles.

9. Un deseo para el mundo del cortometraje. Menos formatos, menos equipos, menos complicaciones técnicas. Todo más sencillo, más relajado, más familiar.

10. El cortometraje. Es el espacio de la libertad. El espacio que muchos cineastas no abandonarían si tuvieran medios para vivir con el corto. Yo, por el momento, he tenido la inmensa suerte de poder vivir con ello. ¿Hacer largometrajes? No de momento, gracias, aquí estoy muy a gusto. Y si alguna vez los hago, también seguiré haciendo cortos.

Óscar de Julián