Almandoz, Koldo

Fotograma de su cortometraje Ahate Pasa

Hace pelis cortas porque le gusta. Empezó con el 16 mm y montando en moviola, después filmó un par de historias en 35 mm y cuando descubrió nuevos formatos para rodar con menos equipo y más versátil no volvió a suspirar por el celuloide. Suele hacer películas baratas, prefiere trabajar con equipos pequeños, pocos actores y pocos técnicos; a veces con la cámara y un colega cómplice resuelve la historia. No tiene ninguna gana de lidiar durante siete semanas cada día con 50 personas esperando sus instrucciones; por eso para él esto de hacer cortos no es el camino hacia el largo ni nada por el estilo. Lo de los cortometrajes cada vez se le da mejor, hace cine sin autocensura, divertido, irreverente, impactante e incluso romántico; le va explorar géneros y maneras de contar, quiere hacer eso que no haya visto antes, odia repetirse, le gusta gustar pero prefiere ser odiado a resultar facilón, es creativo y currante, capaz de adaptarse a cualquier imprevisto, reescribir el guión sobre la marcha y mantener el espíritu de su historia a pesar de que las circunstancias reales de rodaje casi nunca son como se habían soñado. Siempre tiene varias historias entre manos, y no le gusta que se queden olvidadas en un cajón, así que tenemos Almandoz para rato.